Alexis es miembro de la población indigena Mokaná y, como todos en su comunidad, trabaja duro. Se desempeña como operario de puente de grúa en Ternium y todos los días aprende algo nuevo en su trabajo.
Alexis Rangel Varela ha trabajado toda su vida. Nació en Malambo, Atlántico —de las manos de una partera— el tres de enero de 1977. Desde pequeño ayudó con las labores del campo: ordeñó vacas, crió cerdos y gallinas, y sembró yuca y plátano.
Cuando era adolescente, las necesidades en su casa lo llevaron a desempeñarse en diferentes trabajos, como pizzero, barman y vigilante de parqueadero. Pero hubo otra ocupación que marcó el rumbo de su vida profesional: operario de máquinas. Fue así cómo llegó a la industria metalmecánica, donde ha trabajado en diversos oficios y ha sumado más de 15 años de experiencia.
Raices ancestrales
Alexis forma parte del pueblo indígena Mokaná, que habita los municipios de Tubará, Malambo, Galapa, Baranoa, Usiacurí y Piojó, en el departamento del Atlántico. El trabajo está arraigado a su identidad cultural, ya que además de desempeñarse en las labores del campo, esta comunidad, como lo reconoce Alexis, “es artesana por naturaleza”. Desde las telas para la confección de hamacas, hasta el uso de semillas de frutas para hacer aretes, collares y otros tipos de joyería.
Es de esa cultura trabajadora que Alexis aprendió a ser un trabajador incansable. Así, ha logrado aprender, escalar y seguir trazando su camino laboral.
La llegada a Ternium
Gracias a una convocatoria del SENA, Alexis logró realizar múltiples cursos relacionados con las maquinarias y la metalmecánica. Fue desde ahí que pudo hacer parte de un proceso que duró cerca de 5 meses para poder llegar a Ternium.
Hoy se desempeña como operario de puente de grúa en la Planta Ternium de Palmar de Varela, Atlántico. Sus funciones se relacionan con movilizar, organizar y trasladar tanto la materia prima como los productos terminados y la chatarra. Además, se encarga de cargar la mesa de entrada del horno en las operaciones.
Un camino hacia la satisfacción laboral
“Mi mayor disfrute es cumplir con mi función. Me gusta lo que hago y saber que cumplí con mi labor de manera eficiente”, dice Alexis con una sonrisa en su rostro. Para él, haber llegado a Ternium es la meta después de tantos años de experiencia y la mayor recompensa ha sido superarse a sí mismo y haber mejorado la calidad de vida de su familia.
Esa satisfacción también la ha sentido su comunidad: “Celebramos cada logro de los otros. Como hermanos estamos para apoyarnos entre todos.Se sienten orgullosos cada vez que hacemos sentir nuestra raza indigena”, cuenta Alexis.
¿Qué sigue ahora?
Para Alexis lo más importante es seguir aprendiendo. Y esa es una de las muchas razones por las que disfruta tanto su trabajo: todos los días aprende algo nuevo y, además, le da la oportunidad de enseñarle a sus compañeros.
Eso es lo que sigue para Alexis, seguir aprendiendo, ser mejor, disfrutar de lo que ha cosechado y progresar cada vez más, siempre en compañía de su esposa, sus hijos y su comunidad.