El Director Industrial de Ternium Colombia es un mexicano que lleva 23 años trabajando en la compañía, que disfruta plenamente su trabajo, le atraen los retos, y como el mismo lo menciona quiere “dejar huella en las personas.”
Eduardo llegó a Colombia en octubre del año pasado, junto con su familia, Ana su esposa, y sus hijas Isabela y Renata, de 7 y 2 años respectivamente. Se instalaron inicialmente en Manizales y ahora están radicados en Barranquilla.
"En realidad, para mí ha sido una experiencia, mover a mi familia en plena pandemia, adaptarnos a la sociedad colombiana, tener demasiados retos en la empresa, arranque de la nueva planta, los proyectos de Manizales, ha sido muy divertido, no he parado", aseguró Gutiérrrez.
Eduardo resalta que "el recibimiento de la gente ha sido muy bueno, gente muy receptiva, se han podido implementar muchos de los programas innovadores en las áreas de seguridad, productividad y la gente los ha tomado bien. Personalmente la cultura del colombiano y el mexicano son muy similares en muchos aspectos".
Ternium ha sido una gran escuela y un espacio de amplio crecimiento profesional para Eduardo, pues empezó siendo practicante de planta en Monterrey, México; y con el tiempo fue ascendiendo en la compañía pasando por roles como Jefe de Mantenimiento, Jefe de Producción, Gerente de Laminación, Gerente de Planta, llegando hoy en día a asumir el rol de Director Industrial en un momento muy significativo para la compañía en Colombia y en la región.
Así como Ternium ha sido escuela para Eduardo, su enfoque además de alcanzar las metas trazadas, tiene un alto componente humano, pues desde la experiencia y el ejemplo quiere impactar positivamente a sus colaboradores. Una de las cosas que más ha disfrutado en este corto tiempo en Colombia, ha sido la receptividad del personal: "Que te agradezcan que les estés pasando conocimiento. Es algo que a mi me agrada mucho, sobre todo cuando estoy en el área, estar trabajado con el personal, porque veo que son gente que se están enfrentando a una situación que nunca pensaron, operando una planta de esa magnitud (Palmar de Varela), y ya se empiezan a sentir identificados con el esquema".
Para Eduardo una de las principales satisfacciones es poder pasar sus conocimientos al personal, y que ellos los adquieran y los tomen; para él es importante que se ha encontrado con personas muy receptivas en la empresa.
¿Y en Palmar de Varela?
Al llegar a Colombia ha tenido un reto gigantesco, que es implementar todos los sistemas de gestión de Ternium, ya que es una necesidad primordial que los nuevos colaboradores estén alineados a los valores y objetivos de la empresa.
Eduardo además de trabajar disfruta mucho practicar fútbol y softbol, con su llegada a Barranquilla quiere poder encontrar espacios para practicarlo de nuevo. Así mismo, menciona que uno de sus grandes retos ha sido la comida, aunque ya se está enseñando a tomar café y comer arepa.
También los modismos del lenguaje han sido un nuevo aprendizaje, "Al principio yo suponía que todos me entendían, hasta que me dijeron varios, no ingeniero, no le estamos entendiendo. Igual con ustedes, a veces me da vergüenza preguntar. Aunque hablemos el mismo español a veces es complicado, pero los cambios son para asumirlos y aprender de ellos", dijo Eduardo.