Trabaja hace 17 años en Ternium como auxiliar de Almacén. Para ella el respeto y la dedicación son reglas que marcan su vida.
Ángela María Jaramillo tiene una máxima por la que rige su vida: la exigencia. En su trabajo, en su casa y en cada uno de los proyectos que emprende aplica esta premisa. Ella es la encargada de recibir mercancías, relacionarse con los clientes internos para que el producto llegue al Almacén en perfectas condiciones, organizar y codificar materiales, clasificando máquinas y numerando todos los equipos en el ámbito nacional.
En su trabajo diario tiene contacto con los proveedores. Les entrega los repuestos para las máquinas, recibe la dotación del personal, artículos muy importantes en la seguridad de los colaboradores, y está muy pendiente del stock para que no se agote. Además, revisa que la calidad de toda la implementación sea acorde a lo solicitado.
Empezó a trabajar en Ternium hace 17 años. Desde el primer día en la compañía aplica, en cada una de sus labores como auxiliar de Almacén en Planta Itagüí, los tres principios con los que educó a sus hijos: verdad, agradecimiento y honestidad.
Ángela es administradora de empresas egresada de la universidad Eafit de Medellín, para ella el desempeño correcto en el trabajo, basado en el cumplimiento de las reglas, el respeto y la dedicación, no se negocian.
“Solo tengo agradecimiento por la compañía. Pude sacar adelante a mi familia y en mi trabajo me he ganado el respeto de mis compañeros. Soy muy exigente, respetuosa y clara con todas las personas”, dice Ángela.
Su ejemplo sirvió para sacar adelante, como madre cabeza de familia, a sus dos hijos. “Disfruto mucho los momentos familiares. Pasamos los ratos libres viendo películas o con juegos de mesa. También me gusta bailar salsa y escribir. Esas son mis pasiones fuera del trabajo”, comenta.
Sin embargo, tal vez su hobbie preferido es la radio. Cuando no está en el trabajo, dedica tiempo a escuchar los programas radiales. Es un legado de Ligia Gómez de Jaramillo, su abuela; con quien pasó sus vacaciones en una finca de Bello en su niñez.
Ángela María tiene claro que su trabajo en Ternium es fundamental en su vida. Por eso todos los días los afronta como si fuera el primero. Con la misma exigencia con la que afronta cada paso que da.