Anny Marcela de La Cruz Ballestas | Tornera Nivel 1 | CIT Palmar de Varela
Esta tecnóloga operadora de máquinas y herramientas se encarga de rectificar los rodillos que se usan en el tren de laminación, además de moldear la varilla que le llega al cliente final.
Anny Marcela de la Cruz Ballestas, a sus 25 años, ya maneja las máquinas y herramientas con la maestría de un experto.
Ella tiene 25 años y es Tecnóloga Operador de máquinas y herramientas, más específicamente tornera nivel uno en la Planta de Palmar de Varela (Atlántico). Y, en la complejidad y especificidad de su labor, se destaca por ser creativa, responsable y, sobre todo, apasionada por su trabajo.
En sus labores diarias rectifica los rodillos que se usan en el tren de laminación y moldea la varilla que, después de todo el tratamiento, llega al cliente final. Además, inspecciona los anillos para que cumplan con las medidas específicas que le entregan en un plano, acorde al trazado que deben llevar en el Tren.
También se encarga de verificar que todo esté apto para ingresar a las máquinas y que la varilla cumpla con todos los estándares de calidad. Esta labor se hace, con cuidadosos procesos, en un torno, una rectificadora y un ranurador, que son las máquinas que Anny opera a diario. Todo un trabajo duro y de mucho cuidado, que siempre afronta con responsabilidad.
Anny Marcela ingresó a la compañía hace tres años y ese día cumplió uno de sus más grandes anhelos. Siempre quiso trabajar en Ternium y sueña con crecer en lo personal y en lo profesional.
“Ternium me brindó una oportunidad y confió en mí sobre personas que también tenían muchas habilidades. Se enfocó en ver mis aptitudes y me ha dado un gran acompañamiento para demostrar mis capacidades. Es una empresa que sabe apreciar el esfuerzo, el conocimiento y las aptitudes de cada una de nosotras”, dice.
Está convencida de que desempeñarse en un puesto como el que tiene es un constante reto por la responsabilidad y seguridad que demanda. Pero tiene claro que con el amor a su trabajo y la dedicación de cada día los estándares de calidad que necesita su rol se cumplen a cabalidad.
“El medio del acero ha ido cambiando en el país y las mujeres se están ganando un espacio. Cada vez son más visibles. Antes había menos mujeres en este medio. Todos tenemos las mismas capacidades y no tenemos ningún límite”, comenta.
Para ella, una Mujer de Acero debe tener pasión por su trabajo, ser segura, dedicada, tener confianza en sí misma y buscar, todos los días, sus sueños.
Cuando Anny termina sus labores aprovecha para de capacitarse. Tiene entre sus objetivos cercanos estudiar Ingeniería Mecánica y seguir mejorando como persona y en sus labores profesionales dentro la compañía. Anny dice que “todos los días, antes de comenzar su turno, agradece y sabe que cada jornada es una oportunidad para recorrer ese camino que, seguro, la llevará a recoger grandes frutos”