A sus 49 años, Luz Mercedes Jaramillo, esposa de Juan Andrés Álvarez, Jefe de Sistemas de Ternium, fue diagnosticada con cáncer de mama, pero gracias a su constancia y al apoyo de su familia, logró vencerla.
A Mercedes el cáncer la tomó por sorpresa. Siempre fue una persona muy sana, ya que en su familia le inculcaron el cuidado por su salud, no había antecedentes en casa de esta enfermedad, trataba de tener una alimentación balanceada y de entrenar.
“Yo era la más sana, la más fuerte y no tomaba medicamentos. Antes del diagnóstico había participado de forma recreativa en varias maratones, lo cual es algo que me apasiona y comparto con mi esposo, pero nadie está exento, aunque es una enfermedad que tiene manejo y que se pueden obtener resultados positivos”, agrega.
En noviembre de 2019, se palpó con presión su seno izquierdo y sintió que tenía una masa del tamaño de una almendra. Su esposo le pidió ir al médico y como estaba pasando por una gripa muy fuerte, le hizo caso, para que de una vez le recetaran algún medicamento.
Aunque en la mamografía todo parecía bien, fue la ecografía y una biopsia posterior las que confirmarían el diagnóstico. El 18 de diciembre del mismo año, a Mercedes ya le habían hecho una cuadrantectomía de mama, una operación que se realiza para extirpar el cáncer y un poco del tejido normal que lo rodea, aunque no la mama.
Desde que salió del hospital comenzó a mentalizar su recuperación, a entender que cada cuerpo es diferente y asimila esta enfermedad de forma particular. En la biopsia posterior salió algo más en su mama y en menos de un mes ya se estaba sometiendo a una segunda cirugía.
“Uno no se puede dejar llenar de pánico, porque la enfermedad se comporta diferente en todas las personas y no te debes desgastar comparándote con otros casos. Lo más importante es confiar en un buen profesional, mantener la calma y no transmitir ese pánico a la familia. Así como tener la humildad de aceptar todo lo que conlleva el tratamiento y permanecer positivo”, aconseja Mercedes.
Pero eso no sería suficiente para erradicar la enfermedad. Los médicos recomendaron una tercera cirugía y 10 sesiones más de radioterapia posteriormente. Sus hijos, Juanita y Daniel, y su esposo Juan Andrés, fueron su apoyo incondicional en todo el proceso que se avecinaba.
“Antes de la radioterapia me di unos días en la playa, nadé, troté e hice ejercicio y traté de continuar con mi vida. Nadie que me haya visto hubiera pensado que llevaba un cáncer a cuestas. Pero esa es la vida, uno tiene que ser feliz y aprovechar todo lo que tiene alrededor”.
Hoy, a sus 51 años de edad, Mercedes está limpia, ya lleva un año y seis meses tomando un medicamento como parte de su tratamiento, el cual debe continuar tomando durante cinco años y aunque le genera malestar general y dolor muscular, ella no se da por vencida y continúa entrenando atletismo y patinando los fines de semana.
“Celebro que después de haber pasado por todo este proceso, me animé a participar en la carrera “La Esencia” organizada por el Club Colrunners en la categoría 10K y el rendimiento que di fue muy bueno. Entre 250 competidores, de alto rendimiento en su mayoría, tuve la fortuna de quedar campeona en la categoría veterana, fue una gran alegría”, comenta.
Mercedes invita a todas las mujeres a autoexplorarse mensualmente y a que se realicen su mamografía anual, porque como ella misma lo recalca, el cáncer de mama es curable si se detecta a tiempo.