En medio de una gran expectativa, el 2 de noviembre comenzó la operación en fase de pruebas de la nueva planta.
Este lunes se pusieron a punto los equipos y arrancó la operación en fase de pruebas de la nueva planta de Ternium en Palmar de Varela, el primer proyecto greenfield (construido desde cero) en el país. Ese día se produjo la primera barra corrugada en este centro productivo, que comenzó a construirse hace dos años.
En el proceso, el equipo debió superar algunos contratiempos. “En la quinta palanquilla logramos obtener la primera barra pasadas las cinco de la tarde. En la séptima palanquilla tuvimos un problema técnico que trató de resolverse y a las siete de la noche suspendimos pruebas. Estuvimos 12 horas trabajando para calibrar el tren, hacer el descorche y finalmente lograr pasar dos barras que llegaron completas a la mesa. Fue una experiencia inolvidable ver que después de tanto tiempo y esfuerzo se logran ver los resultados, cosa que nos llena de orgullo”, dijo Luis Zuleta, Gerente de Ingeniería y Medio Ambiente.
Se estima que las pruebas se extenderán hasta enero de 2021, fecha en la que se espera tener preparado el laminador, que cuenta con una capacidad de producción de 520 mil toneladas al año de barras corrugadas y rollos compactos, que permitirán sustituir importaciones con valor agregado y mano de obra colombiana, para abastecer a los sectores de construcción e infraestructura del país.
“Esto cambia la historia de Ternium en Colombia y la historia de la industria siderúrgica del país, porque esta planta va a producir un tercio de las varillas que necesita Colombia. Los felicito porque han sido protagonistas y parte de la historia”, fueron las palabras de Sebastián Castro, Director General de Ternium Andina al cierre de ese día junto al equipo de la planta.
En el arranque participaron alrededor de 60 personas de diferentes áreas de la compañía, entre las que se cuentan al equipo de dirección, los asesores extranjeros de Sider y de las sedes de Ternium en México, Argentina y Brasil que acompañaron el arranque de la operación.
“Desde el inicio de este proyecto generamos un compromiso grande con nosotros, con nuestras familias y con la empresa, para lograr producir acero de excelente calidad, bajo altos estándares de seguridad. Demostramos que podemos hacer el trabajo con cero accidentes”, expresó Pablo Vélez, Ingeniero de Seguridad.
¡Te presentamos la primera Barra!
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Un proceso cargado de adrenalina
El ciclo de producción inicia con la recepción de la materia prima: la palanquilla, que es seleccionada y posteriormente almacenada previo a su ingreso al horno, donde es calentada a una temperatura de 1.200 grados centígrados aproximadamente.
Una vez que la palanquilla sale del horno, entra en el tren de laminación que tiene una capacidad de 90 toneladas por hora, allí se le da forma a la barra, a través de 16 bastidores con una configuración horizontal/vertical. Para las referencias menores a 16 milímetros, el material se debe pasar adicionalmente por los monobloques.
Una vez se obtiene el producto terminado pasa al proceso de termotratado, donde se enfría la barra con agua a alta presión hasta darle las propiedades mecánicas que garanticen el cumplimiento de la normatividad vigente.
“El termotratado les permite a las empresas siderúrgicas ser mucho más eficientes en sus costos de producción, ya que al obtener las propiedades mecánicas mediante este proceso están ahorrando en materia prima. Este es uno de los procesos tecnológicos en los que Ternium será pionero en el país”, explicó Rómulo Ramos, Jefe de Laminación en Palmar de Varela.
El material ya tratado pasa al HSD (Sistema de Alta Velocidad) para el control de corte a medida, donde las barras se dejan normalmente de 84 metros de longitud, luego el material cae en la mesa de enfriamiento. Y en la cizalla de corte en frío se corta en longitudes estándar acorde con las necesidades del cliente, que son de 6, 9, 12 y 14 metros.
Finalmente, las barras pasan a las cadenas transferidoras, son contadas y se separan las unidades necesarias por cada paquete, que tienen un peso de dos toneladas. Los paquetes pasan a las máquinas atadoras hasta llegar a las mesas de evacuación.
Uno de los equipos de trabajo que jugó un importante rol en el proyecto fue el de Automación y Control, liderado por la ingeniera Elena Colmenares. Ella explica que su equipo fue el encargado del sistema de control de automación que permite el funcionamiento automático del Laminador: consiste en controlar el proceso y las variables de operación, desde la carga de las palanquillas al horno de calentamiento hasta que sale el producto final empacado e identificado para la entrega al cliente.
Con este hito del inicio de operaciones en fase de pruebas, Ternium podrá a partir del próximo año triplicar su capacidad de producción, al pasar de 220 mil toneladas de acero a 740 mil al año, para convertirse en un importante jugador de la industria siderúrgica y en promotor de la reactivación económica del país.