La ingeniera metalúrgica, Luz Adiela Jaramillo, Commercial Senior Manager de Ternium, lanzó su primer libro de poemas de amor en la Casa Museo Otraparte en Envigado.
La pasión por la escritura ha estado presente en la vida de esta ingeniera metalúrgica de la Universidad de Antioquia desde que era una niña, hasta el punto de convertirse en Magíster en Escritura Creativa de la Universidad de Salamanca, institución donde obtuvo matrícula de honor con “El punto ciego del retrovisor”, su primer libro, publicado por Vásquez Editores.
La obra está compuesta por 60 poemas que se han dividido en tres partes que corresponden a una secuencia natural del amor expresado desde lo interno hacia lo externo. ‘Mi corazón taciturno te nombra’, que contiene poemas que pueden enmarcarse dentro de la invocación del amor; ‘Eco’ que representa las sensaciones a manera de resonancia interna que produce el sentimiento y ‘Con alas de cristal’ que agrupa poemas desde la fragilidad del ser humano, frente al mundo, cuando está cautivado por el amor.
TerniumHoy habló con la autora sobre su obra que fue presentada por el reconocido poeta colombiano Gustavo Adolfo Garcés.
¿De dónde nace el libro?
“El punto ciego del retrovisor” es una metáfora, porque a mí se me ocurrió que el punto ciego de la vida de cualquier persona es el amor en cualquiera de sus formas. Esta es una construcción de vida, yo fui la niña usurpadora del rincón de los poetas, porque en el pueblo que vivía era la única que tenía una biblioteca en la casa. La poesía es algo que ha estado muy presente en mi vida y creo que mi madre cuando me gestó apoyó su vientre sobre un libro y me transmitió de alguna forma su gusto por la lectura. La pandemia fue un periodo de reflexión en el que me puse a pensar: si yo salgo de esto viva qué voy a hacer diferente, y me pregunté además ¿en qué no le di gustó a esa niña que una vez fui?, y la respuesta fue que quería ser poeta, que quería escribir y tenía cosas escritas, pero no tenía la técnica, por eso me presenté a la Maestría de Escritura Creativa en la Universidad de Salamanca.
¿Qué significa la escritura para ti?
Mi tema con las letras es algo orgánico. Escribir para mí no es un hobbie, creo que está muy bien escribir porque es una terapia finalmente, está muy bien como ejercicio, pero creo que quien tiene una inquietud mucho más profunda con la escritura, tiene que adaptarla como un oficio de su vida diaria en cualquiera de sus géneros, eso significa adaptarla con la disciplina y rigurosidad que lo hacemos como en cualquiera de los campos u oficios que desempeñemos y creo que en eso me ha servido mucho mi formación profesional.
¿De dónde nace la inspiración?
La inspiración nunca me falta, siempre está presente y lo que hago es ser muy rigurosa con la escritura diaria, si uno aspira a tener algo de valor y excelencia tiene que tener el deseo, la formación académica, la disciplina y el tiempo para hacerlo día a día.
¿Cómo fue este proceso de creación?
Ha sido un proceso muy hermoso. Como yo troto y hago medias maratones, lo comparo mucho con eso. Ahora entiendo porque Murakami es maratonista y también escritor, porque es que uno llegar a un libro que de verdad tenga valor, no solo por lo paratextual (portada, el tema, la simbología y detalles) que debe reflejar tu espíritu como creador, sino que además lo que hay adentro del libro que es el centro tenga un alma, una coherencia, tenga un montón de elementos que debe tener la poesía, es similar a lo que uno vive en una maratón. Porque yo me preparo, troto y escribo todos los días, se acerca el día de la carrera y estoy más ansiosa, me quiero morir de los nervios cuando estoy a punto de arrancar, sufro me puedo caer por momentos y cuando me faltan dos kilómetros para la meta digo qué estoy haciendo aquí, no voy a ser capaz de terminar. Finalmente llego a la meta y me entregan la medalla y es la satisfacción de haberlo logrado, así mismo es el proceso de escritura.
¿Por qué una obra dedicada al amor?
Porque el amor es la fuerza que mueve el mundo y la poesía es la fuerza que lo impulsa. El amor está en las expresiones de la naturaleza, en las relaciones con los demás, en todo. Somos seres que más que en busca de la felicidad estamos en búsqueda constante del amor.
Un poema de Luz Adiela Jaramillo:
Poliédrico
Dónde queda la evidencia del sueño de esa noche,
en las imágenes que una a una se deslizan
o en la tinta que hace visible la palabra en tu pupila.
Estoy descalza y nunca me cosieron alas,
hay un abismo donde ruedan deseos
y el espejo me devuelve cicatrices hechas polvo.
El tiempo inverso se funde en las chimeneas,
se evanece la distancia entre el cielo y la tierra.
El pulso marca la línea que trasgrede la razón,
los verbos que conjugan un nosotros.
Violeta es el aba y líquidos los labios de basalto.
El corazón su contorno, la ruleta
del destino se divide entre lunas y horóscopos,
se trenzan los días con la constante inercia.
Las dagas vuelan tomando forma de poemas
y en el templo del lecho alzan vuelo los cristales.
Las estatuas de hielo que anhelan ser de cobre
poliédrico tiempo, fantasmales pasiones.
Fuente: Jaramillo Echeverri, Luz Adiela. El punto ciego del retrovisor. Vásquez Editores, Medellín, 2023.