Este 22 de marzo, Olga Jaramillo, Back Office Analyst, se jubila. Durante el tiempo que estuvo en la compañía se preocupó por el compromiso, por su trabajo disciplinado y perfeccionista, además será recordada por dar ejemplo de lealtad entre sus compañeros.
Con más de 26 años de entrega y lealtad a la compañía, y prácticamente a horas de hacer su retiro, Olga tiene sentimientos encontrados. Con la voz entrecortada y con lágrimas es sus ojos afirma que por un lado están las expectativas y la emoción de una nueva etapa en su vida. Y por el otro lado, siente tristeza, ya que casi han sido tres lustros en los que ha dedicado su tiempo a entregar lo mejor de sí a una compañía que la ayudó a crecer como profesional y también como persona, debido a que considera a Ternium como su segundo hogar.
“En lo profesional el aporte fue de un mundo de conocimientos sobre el tema de la operación de Ternium, y del que yo no tenía la más mínima idea cuando entré a la compañía. Y a nivel personal, el aprendizaje fue vasto, porque más allá de compartir con mis compañeros en un lugar al que yo consideraba mi segundo hogar, el observar la constancia en cada uno de los colaboradores también fue muy enriquecedor”, dijo Olga.
Ingresó el 1 de octubre de 1998 como como Secretaria del Director General de Ternium (en esa época se llamaba Siderúrgica del Orinoco ‘SIDOR Colombia’) y Tenaris Colombia. Luego, cuando Ternium se fusionó con Ferrasa, al comienzo fue la Secretaria del Director Comercial, y tiempo después pasó a ocupar el mismo cargo pero del Jefe Comercial de Distribución e Industria. Y en 2019 la llamaron a integrar el equipo de OM (Order Management) que pertenece a la dirección de Supply Chain & Quality.
“Hace cinco años pasé al equipo de OM, todo era nuevo y poco conocido para mí. Tenía mucho susto de hacer parte de un área diferente a la que yo venía trabajando por más de 20 años. Fue dejar la zona de confort en la que había estado. Pero gracias al apoyo y paciencia de mis jefes y compañeros pude aprender todo lo relacionado al trabajo de OM”, dice con orgullo.
Recuerdos imborrables
Olga también recuerda como si fuera ayer su primer día en la compañía. Fue un jueves y las oficinas eran pequeñas, muy cerca al Parque de la 93 en Bogotá. “La sede era nueva y casi todos mis compañeros eran venezolanos. Me sentía en un mundo extraño y ajeno, más cuando todos venían trabajando juntos desde hace varios años en la industria del acero”, contó.
Así mismo, recuerda todo lo que aprendió de sus jefes en casi 27 años de trabajo. Le enseñaron el verdadero sentido de la perseverancia y de la constancia para alcanzar las metas. También de la lealtad y entrega con el trabajo y la compañía. “Recuerdo mucho a Máximo Vedoya, a quien le aprendí que la disciplina y el rigor abren camino para hacer carrera en una organización, y más una como lo es Ternium”, señaló Olga.
En sus años de labores en la compañía, Olga estuvo bajo la batuta de alrededor de 11 jefes, y de cada uno de ellos aprendió de liderazgo, habilidades y competencias; como aptitudes y actitudes para manejar equipos de trabajo con el fin de cumplir con las metas trazadas. Y también de tener la capacidad para sobreponerse a las adversidades y superar los retos.
“De Luis Villanueva, quien hoy sigue en la compañía como Director Comercial, aprendí de la constancia en el trabajo, pero más en el respecto y el buen trato hacia las personas, dentro y fuera de Ternium”, aseveró Olga.
Con los seres queridos
“Es una mujer que ha salido adelante con tesón y a puro pulso”, así califican a Olga sus familiares, más sus dos hijos gemelos de 25 años, quienes no ocultan la satisfacción de que por fin su madre va a descansar.
Y el fin de semana pasado la noticia de su jubilación le fue contada a sus ocho hermanos, y a sus respectivas familias. “Todos se pusieron muy felices ya que por fin voy a tener mucho más tiempo libre para mí, y mis hijos, pero la gran satisfacción está en que yo fui la primera de toda mi familia que comenzó a trabajar, apenas contaba con 19 años”, señaló.
La herencia
Olga no piensa en cómo será su último día en Ternium, ni en lo que vendrá después de su jubilación, por el contrario considera que lo más importante es su aporte en más de 26 años de trabajo.
“El compromiso y lealtad, el cual se reflejó en mi trabajo, dedicación, disciplina y un sentido de pertenencia enorme hacía la compañía es lo que les dejo a mis compañeros. También aporté mi conocimiento y el orden con la que realicé los trabajos que me encargaron. Siempre me caractericé por ser muy estricta con la buena redacción, con el correcto uso de la gramática, con la ortografía, entre otras. Es como una obsesión de que las cosas sean bien escritas, que queden bien hechas”, subraya Olga.
Así mismo, deja en claro que si bien se debe trabajar con compromiso y casi rayando en la perfección las tareas encomendadas, “todos somos humanos y cometemos errores, pero hay estar más pendiente para que esto no ocurra”.
Y recalca que debe haber un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, y que no todo se convierta en trabajo. “Se debe trabajar con mucho compromiso, pero también hay que descansar. Compartir tiempo con la familia, con las personas que uno quiere, con los amigos. Las relaciones en el trabajo son muy importantes, pero más importante es fortalecer las buenas relaciones con la familia”, asegura.